Sobre la relación entre evaluación y aprendizaje

La evaluación lleva consigo la identificación de aspectos positivos así como tambien aquellos aspectos que requieren mejoramiento y/o fortalecimiento dentro de un proceso, un proyecto, un programa y/o un sistema; lo importante en esta etapa, es que la evaluación se considere como un ejercicio capaz de generar lecciones aprendidas y como tal permita a través de estos aprendizajes avanzar en el diseño y validación de nuevas metodología de trabajo y de abordar nuevas realidades cada vez más complejas; en esta medida considero que la evaluación y el aprendizaje se encuentran en una relación directa, que la primera, es decir la evaluación consciente hace posible la existencia del aprendizaje.

Muy buenos días y bienvenidas – os al Foro–Fase II. Con relación a lo que plantea Gabby, lo cual nos da inicio a nuestros diálogos, me parece que no siempre la evaluación genera saberes. Pienso que al menos se requiere dos elementos: Un enfoque específico de evaluación que genere dichos saberes y una cultura organizacional que permita estos procesos. Para el INDES escribí un articulo del cual extraigo los dos siguientes párrafos


a. Enfoque de Evaluación Formativa. Un enfoque de ciencias sociales, en especial desde las facultades de educación y psicología toma auge en los años 90 y proclama la evaluación como proceso para la adquisición y construcción de saberes, que el fin de la evaluación es la comprensión y el aprendizaje y enfatiza en la valoración participativa y permanente de los procesos, sin olvidar la evaluación de resultados.

En la sociedad del conocimiento se requiere una evaluación que dé cuenta de los saberes que dejan políticas, programas y proyectos. Precisamente las organizaciones inteligentes, el capital intelectual, la gestión del conocimiento son propuestas que permiten identificar, recuperar, organizar, analizar y difundir las lecciones y experiencias que dejan la preparación, formulación, seguimiento, evaluación y sistematización de los proyectos. Todo ello se constituye en saberes para la organización, la comunidad y las personas sobre qué hacer, cómo hacer y por qué hacerlo.

“El uso del proceso de evaluación es diferente al uso de los resultados de la misma y se manifiesta en cambios de reflexión y conducta, así como de procedimientos y cultura a nivel institucional, los cuales se producen como consecuencia del aprendizaje organizacional que tiene lugar durante el proceso de evaluación”. (Patton, 2004).

b. Cultura Organizacional Para que la evaluación genere saberes es necesario una cultura organizacional que facilite la construcción de saberes propios de una organización que aprende, de una organización inteligente que basa su sostenibilidad, su competitividad en los aprendizajes que las personas adquieren en las actividades organizacionales y se comparten en los grupos de trabajo, más tarde formalizados en estructuras, sistemas y pautas de acción, en el marco del fortalecimiento de la calidad institucional.

De acuerdo con el planteamiento de Víctor Manuel, se requiere una intencionalidad orientada a la búsqueda a través de ejercicios de evaluación; por si misma la evaluación puede tomar otras connotaciones de acuerdo a diferentes escenarios, circunstancias y autores; esta reflexión nos permite un nuevo aprendizaje, que estaría orientado en afirmar que para que la evaluación sea una fuente de conocimiento y aprendizajes en procura de mejoramiento y de búsqueda de diferentes alternativas y caminos, existen otros factores que pueden influir en este propósito; muchos de ellos, por no afirmar todos, pueden ser de índole interna a las organizaciones y están estrechamente relacionados con la voluntan, intencionalidad de quiénes lideren los ejercicios de evaluación, de igual forma puede influir su conocimiento al respecto. Gracias Victor Manuel por su aporte que permite profundizar y clarificar los conceptos.